Ayúdame señor
Señor.
Dios mió,
Padre mió,
que sea tu santa voluntad
la que se haga
y no la mía.
Ayúdame
a mantener la calma,
que la preocupación
no se monte
en el tren de mi mente,
ayuda mi mente
llevándola al grado
de pulcritud
Digna de tu encuentro.
No permitas señor
que el orgullo
me manipule
haciéndome sentir
por encima
de tu propósito.
No permitas señor
que el miedo
inunde mi interior
haciéndome sentir temor
ante el logro
del propósito divino
en mí.
Dame
la fortaleza necesaria
para enfrentarme
a mi mismo
y cultivar
las cualidades
que necesito
en cada instante
sin aferrarme
a principios impuestos
por la burocracia
de la falsa personalidad.
Ayúdame señor
a vivir cada día
como una gran oportunidad
de encontrarme con la
humildad,
de poder vencer
el rencor,
el odio,
la pereza,
el orgullo,
la gula,
la codicia,
la envidia,
la lujuria
y la ira,
que se apropian
de mi interior
robándome
lo mas precioso
que tengo
¡tu luz¡
que me da el deseo de vivir
y vencerme a mi mismo,
para poder estar en paz
y en equilibrio con el universo.
Ayúdame señor
a tender mis manos
de manera franca
y abrir mi corazón
para recibir con alegría
lo que la vida
me provea en el caminar de los días.
Señor ayúdame
a sentirte
en cada instante
de vida,
que hace que yo viva
cada momento
que es irrepetible
en el universo.
Ayúdame a sentir
el éxtasis
de la vida
que se esparce
en todo el universo.
Autor:Laicram Odasor
Marcial Figuereo Rosado.
1 comentario:
me encanto esa refexion, me ha ayudado mucho a ser mas humilde y a darle un mayor valor a Dios en mi vida.excusame odasor que use tu apellido.
GRACIAS
GIANNA C.
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