prologo de la obra LA CITA CON DIOS

PROLOGO DE LA OBRA LA CITA CON DIOS.

Primeramente agradezco a Dios y al autor de esta magnifica obra por darme la oportunidad de escribir el prologo de la misma.

En esta obra vemos como se hace realidad la inspiración la cual produce una unión entre dios y el hombre, expresando grandes verdades por medio de la cristalización de la magia que envuelve al incógnito universo, manifestando a través del arte de la escritura un profundo mensaje de manera sencilla que calmaría el sufrimiento de la humanidad en este plano tridimensional.

La inspiración que se percibe en esta obra es como una fuerza de Dios que se expresa en todo noble corazón, gracias a esta vemos como realzan en todo el desarrollo el talento de un joven humanista, escritor y poeta que a través de el lápiz plasma lo que siente, lo que quiere y lo que espera de la vida.

Es un material claro y didáctico, que se diferencia de los escritos comunes, que tienen una contraparte que complican la trama, esta obra marca un camino iniciatico, el cual te prepara para poder realizar ese encuentro que se anhela con Dios, pero para lograrlo había que estar preparado internamente desarrollando el conocimiento, descubriendo los talentos y sus correspondientes DONES que permitirían el equilibrio entre el dicho y el hecho, demostrando que para todo hay que sacrificarse, pero debemos vencer los obstáculos y no ver en ellos un enemigo.

Si estudiamos esta obra con el ojo del alma y el corazón llegaríamos a comprender que no es una simple historia o cuento mas que eso sentiríamos que cada uno de nosotros debemos convertirnos en ese personaje central y buscar esa verdad que habita dentro de cada uno de nosotros y nos acompaña en toda nuestra vida.

Amigo lector le recomiendo que no pierdan la oportunidad de leer esta obra, conozcan esas virtudes que representan los castillos, los talentos y cada uno de los dones y de seguro que juntos comprendiendo y poniendo en práctica este mensaje todos gozaríamos y disfrutaríamos de una mejor sociedad, gracias.


Víctor Alexis Galces de la Rosa