Ensayo La autonomía en una sociedad cambiante

Ensayo

La autonomía en una sociedad cambiante

 

Ser autónomo en un enfoque administrativo, requiere de una adecuación a los nuevos tiempos, es de necio apagarse a reglamentos concebidos desde antaño, amañados a pensamientos de generaciones anteriores que vislumbran la necesidad de un momento, de una época en que regía un sistema diferente. En la actualidad el ser humano ha dado un cambio en su estructura social interna, su forma de pensar y comportarse ante los eventos, lo que requiere de individuos en todos los niveles de la sociedad: más abiertos, que sean capaces de enfrentar los grandes retos y sobre todo que motiven a la colectividad a dar un giro, actuando con desprendimiento, sin apego a beneficios particulares y enfocado a la solución personal de un colectivo determinado.

Hemos pasado de tener el control, en las manos de un grupo de caciques a compartirlo con la colectividad involucrada en todos los procesos, especialmente en los enfoques modernos de la educación y los sistemas socio-políticos, etc.

El concepto de autonomía: sin socializarse a profundidad y sinergizarse grupalmente  con las exigencias de la sociedad actual, se hace incoherente, casi imposible su aplicación, sin la participación desde un nivel profundo de todos los actores del proceso, es importante reconocer los avances en la concepción de ideas fruto del intercambio y la sinergia que fortalece las estrategias diseñadas con lo mejor de cada actor del proceso. No cediendo a la imposición de un grupo de persona que llegan a dirigir las instituciones  a través de un sistema cerrado, a veces, obsoleto en su procedimiento democrático, por la inclusión de aquellos que pueden incidir en la toma de decisiones. El miedo, es decir, la cultura de miedo predominante en las instituciones, estancan los avances de la misma, al ser dirigidas por  víctimas de los prejuicios, la resistencia al cambio, viejos paradigmas, falsa concepción del poder, errónea percepción del poder absoluto etc., cayendo en una falsa visualización de la realidad, olvidando que la sociedad está estructurada de forma escalonada y esta generalmente fundamentada en cosas obvias, como por ejemplo: sin estudiantes no hay escuela, sin enfermos o enfermedades no son necesarios quizás los hospitales ¿ Quiénes son la razón de existencia de los demás? ¿Quiénes son la variable independiente?  ¿Quienes son la variable dependiente? ¿Quién depende quien? Al contestar estas interrogantes, nos damos cuenta que debemos asumir un gran reto y asumir responsablemente los grandes cambios a nivel integral y social que  necesitan todas las instituciones con un adecuado involucramiento desde la plataforma de cada actor del proceso.     

Creemos que no es momento de definir, defender o plantear  quien  es el más importante en un proceso, por lo contrario, es el momento de saber cuál es el rol de cada actor en un proceso y como cada uno contribuye para mejorar la institución a la que pertenece, echando a un lado los apegos y el miedo a causa de la dependencia económica que se tenga de la institución, lo que no permite que fluya con dinamismo la misma.

Las instituciones autónomas deben enfrentar su reto, las mismas  tienen una sola salida, la cual es, adecuarse a una sociedad cambiante, con un mayor nivel de exigencia y con la presencia de una diversidad de realidades particulares, que forman grupos con necesidades que merecen otro trato. En esta época es más fácil que la sociedad se una y asuman su responsabilidad exigiendo participación en los procesos donde actúan directamente en el proceso.

Ante la promoción de un estado de derecho, tema que aun está en pañales, porque simplemente se ha basado en la promulgación, creación, revisión de algunas leyes y adecuación al beneficio de  un grupo partidista de turno, careciendo de fundamentos,  que por lo general, no se corresponde con el ritmo de crecimiento de una población que carece de planificación de desarrollo, la cual de manera obligatoria exige adecuaciones inmediatas para poder mejorar la convivencia tras la demanda de servicios y  la generación de enorme cantidades de desechos. Esto afecta de manera directa el funcionamiento de las instituciones estatales descentralizadas o autónomas ya que las leyes que se promueven solo benefician las ansias de poder de un sistema en decadencia que aumenta los niveles de deterioro de una sociedad cambiante, donde la educación no es la prioridad.

Tomando el ejemplo de una federación estudiantil, un sindicato, una empresa, etc. que no tenga ideas clara del rol dentro de la institución, la misma se convierte en un obstáculo en el desarrollo del proceso educativo en la institución, al carecer de un propósito claro a fin con la exigencia de una sociedad cambiante, esta lo que generara serán contiendas, en lugar de plantear soluciones armoniosas que ayuden de manera colectiva a sus integrantes, por esta razón se deben promover cambios internos en estos organismos, revisión si es posible de sus reglamentos internos, para introducirles nuevas  ideas acorde con las exigencias de una sociedad que ha cambiado de manera acelerada en las últimas décadas, recordando que los cambios se deben administrar adecuadamente.    

El miedo, es una de las características en los dirigentes de las instituciones actuales, sobre todo en las autónomas, la hermeticidad en los procesos internos, cada vez más, apunta al ocultismo, el proceso de toma de decisiones se vuelve más centralizado, los recursos rinden menos, a pesar de aumentar en cantidad, pero los servicios por lo general no mejoran, al parecer hay grupos que se están beneficiando de esto directamente, los cuales no quieren que cambie el sistema.

¿Por qué las instituciones autónomas huyen a la formación de patronatos?

Sin analizar a profundidad el rol de un patronato bien orientado, las autoridades de las instituciones autónomas reúsan integral patronatos, por miedo y desconocimiento de la importancia de un patronato bien estructurado y enfocado al fortalecimiento de una institución,  el cual puede incidir en mejorar los niveles desde la concepción de nuevos proyectos, no en el manejo de los recursos, sino que velen por un adecuado uso de los mismos y en el proceso de gestión para suplir las necesidades de la institución. Lamentablemente el miedo supera a las autoridades y creen que la autonomía es atrincherase en una esquina del cuadrilátero, volviéndose intocable.

Cada gestión al final será juzgada por los actores sociales de cada proceso y el nivel de apertura le dará meritos o lo capultara como lo mejor o lo peor, sino como el menos malo. Desgraciadamente la mayoría de personas comunes cuando llegan a dirigir una institución, se duermen y despiertan demasiado tarde, en el proceso se sucumben en un anillo muy estrecho el cual no le permite la circulación de las ideas creativas e innovadoras. Cada uno se ocupa en defender sus intereses particulares, olvidando el bien colectivo y el desarrollo de la institución que la sociedad con sus actores directos le dieron la oportunidad de dirigir.

El respeto al ser humano, es un don especial que debe reinar en las instituciones educativas en todos los niveles: inicial, básico, medio, y superior, en este proceso se talla a un individuo complementándole la educación del hogar, cada profesor se vuelve el alfarero, el cual fomenta con sus diferentes matices el auto-estima de aquel individuo integrante de la sociedad, de igual manera talla el rencor, el resentimiento, la frustración y el pesimismo, con frases muchas veces inconscientes, que escapan de sus palabras, emitidas en el desarrollo de una clase, de manera contraria se puede construir un castillo con valores fortalecidos, donde haya una correspondencia con un ideal ejemplar, con un modelo a seguir, fruto de la aplicación de una adecuada metodología, antes que el desleal argumento de que cada quien tiene su librito, es decir cada quien hace la cosa como le da la gana, sin que nadie le evalué o le supervise; muchas veces no se corresponde el esfuerzo y el súper esfuerzo con una metodología superior o divorciada a la realidad estudiantil, aplicada en medio de múltiples precariedades con un exceso de estudiantes en las aulas. A ¿Quién echarle la culpa? Talvez nadie sea el culpable……. Pero la solución es responsabilidad de todos.           

     

Escrito por Marcial Figuereo Rosado

Febrero, 2012-02-12